Por: Judith García Tejeiro
En el presente informe, la Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia contra los Niños estudia las actividades que ha emprendido a nivel mundial, regional y nacional para cumplir su mandato. En él se pone de relieve el modo en que la violencia contra los niños ha aumentado, al tiempo que se ha hecho menos visible, durante la pandemia por coronavirus (COVID-19). También, se explica por qué invertir en el refuerzo y la integración de los servicios para la infancia resulta esencial para hacer realidad la visión de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Es por ello que cabe destacar las premisas clave de este informe, dada su especial relevancia social:
Como corresponde a sus funciones, en el periodo que transcurre el presente informe el Relator Especial ha intentado promover y acelerar la adopción de medidas destinadas a poner fin a la violencia contra los niños a más tardar en 2030. Para ello, elaboró procesos de examen voluntario para detectar y dar a conocer practicas prometedoras para prevenir la violencia contra los niños.
En segundo lugar, aborda uno de los problemas más aparentes en la sociedad actual, y es que se debe poner fin a la privación de libertad de los niños migrantes, ya que a finales de 2020 había en todo el mundo más de 33 millones de niños desplazados. La detención de un menor nunca es lo mejor para él sino una forma de violencia que vulnera sus derechos, es por ello, una tarea urgente.
Los niños son el activo más importante de una comunidad como agentes de cambio, ello ha quedado demostrado a lo largo de la pandemia de COVID-19, estos no solo participan en su entorno social y sus iniciativas, sino que es frecuente que las lideren.
Por todo ello es crucial caminar hacia una mejor inversión en la protección de la infancia y el bienestar de los niños, ya que, es urgente acabar con la violencia contra los niños que ha exacerbado la pandemia. Además de los problemas de salud mental que ha traído consigo para toda una generación, incluidos los más pequeños.
Es necesaria la protección completa de los sistemas estatales, para ello se necesita un cambio de paradigma basado en servicios reforzados y totalmente integradores para la infancia. Con una premisa absoluta; todos los niños tienen derecho a vivir libres de violencia. Y es el momento de organizar una respuesta mundial, eficaz y sostenible ante la patente crisis de la violencia contra los niños, reforzando todos los servicios necesarios para que haya una efectiva erradicación de la violencia.
De cara al futuro, es necesario un compromiso político, que capacite de recursos financieros suficientes, personal, sistemas sólidos de información y seguimiento fiables para la rendición de cuentas. De tal manera, que se vinculen de forma unánime a esta causa de modo que todos sean participes, ya sea nivel mundial, regional, nacional olocal.
En definitiva, es necesario buscar unas soluciones efectivas contra la violencia y los niños deben formar parte de la solución, como agentes de cambio en el presente y para el futuro.
Enlace al informe completo Aqui.
Judith García Tejeiro
