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Peores formas de trabajo infantil: evaluación de los avances y de los obstáculos persistentes

Por Laura Espejo Suescun

El informe del Relator Especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud contempla la situación actual de las peores formas de trabajo infantil, los avances logrados y los principales obstáculos que impiden su erradicación. A pesar de los compromisos internacionales asumidos, millones de niños y niñas en todo el mundo continúan desempeñando labores peligrosas muchas veces en contextos de pobreza, conflicto armado o exclusión social. Estas prácticas vulneran derechos básicos como la educación, la salud y el desarrollo integral de la infancia.

El documento subraya que el trabajo infantil vulnera derechos fundamentales que establecen la edad mínima de admisión al empleo y prohíben las formas más graves de explotación. Estas comprenden la esclavitud y sus prácticas análogas, la trata de menores, la explotación sexual, la participación forzada en conflictos armados, el uso de niños en actividades ilícitas y cualquier trabajo que ponga en riesgo su salud, seguridad o moralidad. Además, la Organización Internacional del Trabajo define el trabajo infantil peligroso como aquel que expone a los menores a abusos físicos o psicológicos, ambientes insalubres, maquinaria peligrosa o condiciones extremas.

Del mismo modo, se pone de relieve la responsabilidad de las empresas, las cuales deben garantizar que sus cadenas de suministro estén libres de trabajo infantil y cumplir con los estándares de diligencia debida en materia de derechos humanos. Algunos países han impulsado leyes que refuerzan la transparencia y la rendición de cuentas de las corporaciones, lo que representa un paso importante hacia la responsabilidad compartida

Por otra parte, el informe identifica factores estructurales persistentes que perpetúan estas prácticas, tales como la pobreza, la desigualdad de género y social, la falta de acceso a la educación, la informalidad laboral, los conflictos armados y la ausencia de sistemas de protección infantil eficaces. También señala la insuficiencia de recursos institucionales, la corrupción, la escasa formación de las autoridades competentes y la impunidad como elementos que obstaculizan la erradicación efectiva del trabajo infantil.  En muchos países, las legislaciones son inadecuadas o indulgentes y los mecanismos de inspección laboral resultan insuficientes. A ello se suma la expansión del trabajo infantil en el entorno digital donde proliferan formas de explotación sexual y delictiva a través de redes sociales y plataformas en línea.

Laura Espejo Suescun

Enlace al informe completo: Aquí

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