Por Sandra Navarro
La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la venta y la explotación sexual de niños (Sra. Mama Fatima Singhateh) llevó a cabo un estudio temático sobre la explotación y los abusos sexuales de niños en la industria del entretenimiento, presentado de conformidad con las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos 7/13 y 52/26.
La explotación y abuso sexual de niños son frecuentes en diversos sectores de la industria del entretenimiento, abarcando cine, televisión, música, teatro, modelaje, deportes, entre otros. Este problema afecta tanto a entornos formales como informales, exponiendo a los niños a riesgos en diferentes ámbitos. Casos notorios de explotación han generado un debate sobre los límites de las normas sociales. Se han presentado denuncias a nivel mundial contra miembros de la industria, revelando múltiples casos de abuso y explotación, destacando la preocupación global. En muchos casos, las víctimas han enfrentado silencio y falta de reconocimiento de sus experiencias.
Aunque hay investigaciones sobre adultos en aspectos como género y acoso sexual, hay poca información sobre explotación y abuso sexual de niños en la industria. Una encuesta de la OIT reveló que más del 50% de los encuestados experimentaron acoso sexual durante ensayos y audiciones. Estudios indican que el 17% de menores trabajan en el entretenimiento para adultos, con más del 70% sufriendo violencia y más del 60% en explotación sexual. La aceptación de comportamientos depredadores en la industria se atribuye a la impunidad de directores y productores. Muchos casos no se denuncian debido al miedo a represalias y pérdida de oportunidades, creando un entorno donde las personas en posiciones de poder pueden explotar a artistas infantiles. Este problema es global y no está limitado a una región específica.
Contenidos que exhiben abusos sexuales a niños se encuentran tanto en la Internet oscura como en sitios legales, normalizando la instrumentalización sexual infantil. Estas representaciones desensibilizan a los espectadores, haciendo que perciban esos actos como no abusivos. Los agresores utilizan la tecnología para explotar a niños, incluida la producción de material de abuso, a través del mercado del entretenimiento en línea, con casos de explotación infantil en la industria del cibersexo, a veces implicando el contrabando físico de niños a través de fronteras.
Es esencial establecer y aplicar marcos legales, políticas y directrices para regular la industria del entretenimiento y proteger a los niños artistas. Estas iniciativas deben definir claramente el alcance legal, considerando normas aceptables para la representación de niños, límites éticos y físicos, así como los riesgos de violencia en los medios de comunicación y el entretenimiento. Implementar políticas de tolerancia cero hacia la explotación sexual y abuso en el sector del entretenimiento, como ha hecho Eslovenia, puede ser beneficioso. Los Estados deben tipificar explícitamente como delito todas las formas de explotación y abuso sexual infantil en la industria del entretenimiento. También pueden regular normas de protección infantil con aplicación obligatoria en todas las industrias, designando un organismo regulador para supervisar su implementación en el entretenimiento. En diferentes jurisdicciones, algunos países emiten permisos de trabajo para menores caso por caso, como en Bulgaria, donde pueden revocarse por razones de salud y seguridad. En España, la participación de menores de 16 años en espectáculos públicos requiere autorización de la autoridad laboral.
Sandra Navarro
Informe completo: Aquí
