Por Ángela Sanz Ramos.
En el mes de Julio de 2022 el Grupo de Trabajo sobre las desapariciones forzosas visitó Uruguay para determinar cómo se respetaban los Derechos Humanos en este ámbito. El estudio de las desapariciones forzosas en dicho país se remonta a finales de los años ochenta, cuando los más damnificados eran niños y mujeres.
Aunque la llegada de la Democracia en el año 1985 supuso una gran mejora en el ámbito de la justicia, no será hasta la creación, en el año 2006, de una Fiscalía especializada en Crímenes de Lesa humanidad, cuando logra la tipificación del delito de desaparición forzosa.
Durante su visita a Uruguay, el Grupo de trabajo especializado en desapariciones forzosas, se ha reunido con familiares de los desparecidos. En algunos casos, estos también se convertían en víctimas, pues desaparecían durante días, en los cuales sufrían todo tipo de abusos y torturas, aunque nunca fueron considerados víctimas de una desaparición forzosa. El grupo de trabajo trata de recalcar la importancia de una colaboración efectiva por parte del Gobierno Uruguayo con las familias afectadas, con el objetivo de dar con el paradero de los desaparecidos.
El Grupo de Trabajo, quiere recalcar el derecho a conocer los motivos de desaparición de sus familiares, el paradero de estos y el estado en que las víctimas se puedan encontrar, pues en muchos casos esta información es escasa o directamente nula. También, se quiere poner de manifiesto, el importante déficit de la justicia en este ámbito, pues en muchos casos los investigados por desapariciones forzosas han salido impunes, a pesar, de la presencia de pruebas suficientes aportadas por las familias. En otros casos, la excesiva prolongación de los procesos penales ha hecho que nunca se hayan juzgado.
En relación con las obligaciones que tienen los estados donde se llevan a cabo las desapariciones forzosas de indemnizar a las familias de las víctimas, Uruguay no cumple correctamente ya que no es posible distinguir claramente entre medidas monetarias y otras medidas de carácter social; en otros casos cuando el sujeto desaparecido es un niño o adolescente ni siquiera se les da la consideración de víctimas de desaparición forzosa.
Sin embargo, Uruguay en el ámbito de la memoria histórica, sí que ha avanzado a través de la creación de monumentos para recordar a los desaparecidos, la celebración de memoriales e incluso con la creación, en 2008, del Archivo Nacional de la memoria, en el cual se recuerda a las víctimas desaparecidas entre febrero de 1973 y marzo de 1985. Todos esto, ha dado lugar a que en la sociedad uruguaya cojan fuerza movimientos como “Nunca más” promovido por los familiares de las víctimas.
En definitiva, el grupo de trabajo considera que, tras la restauración de la democracia en 1985 en Uruguay, se ha conseguido progresar en algunos de estos aspectos, pero todavía es necesario “limar” ciertos elementos para continuar avanzando.
Uruguay, tras convertirse en una Democracia en 1985, sí que ha conseguido progresar en algunos aspectos, en algunos de los cuales la fuerza ha procedido de organizaciones como “nunca más” sin embargo, en algunos aspectos como la justicia todavía quedan elementos que “limar” para poder avanzar.
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Ángela, Sanz Ramos.