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Leyes y políticas discriminatorias, actos de violencia y prácticas nocivas contra las personas intersexuales

Por Laura Espejo Suescun

El informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos aborda las violaciones, prácticas nocivas y discriminación que enfrentan las personas intersexuales en distintas regiones del mundo. En primer lugar, se define a las personas intersexuales como aquellas que nacen con variaciones innatas en sus características sexuales, anatómicas, cromosómicas y/o hormonales que no se ajustan a las categorías binarias tradicionales de “masculino” o “femenino”. El documento subraya que estas personas, pese a gozar de los mismos derechos reconocidos por los tratados internacionales, sufren con frecuencia graves vulneraciones a su integridad, dignidad y autonomía.

Entre las principales violaciones documentadas se incluyen los infanticidios, las agresiones físicas y sexuales, las prácticas médicas innecesarias sin consentimiento informado y la discriminación estructural en el acceso a la salud, la educación, el empleo y la justicia. Las llamadas “cirugías de normalización sexual” practicadas habitualmente en la infancia, se señalan como una de las formas más extendidas de violencia institucional al basarse en estereotipos de género y en concepciones médicas obsoletas. La Organización Mundial de la Salud advierte que estas intervenciones suelen carecer de justificación médica y pueden provocar daños físicos y psicológicos irreversibles, como esterilidad, pérdida de sensibilidad o traumas emocionales. Además, la falta de consentimiento informado y de acceso a los historiales médicos impide a las víctimas reclamar reparación.

El informe también pone de relieve la discriminación generalizada que enfrentan las personas intersexuales, tanto en los entornos sanitarios por parte de profesionales sin formación adecuada como en la escuela, el trabajo o el deporte donde persisten prejuicios que fomentan la exclusión. Se denuncian, de igual modo, los obstáculos administrativos y legales para modificar los indicadores de sexo o nombre en los registros civiles así como la ausencia de legislación antidiscriminatoria específica en la mayoría de los Estados.

Entre las causas estructurales del problema el documento identifica la patologización de las variaciones intersexuales, los estereotipos de género, la falta de información veraz y la persistencia de creencias culturales que asocian la intersexualidad con la maldición o la brujería.

En el panorama actual, diversas reformas legales en países como Alemania, España, Malta, Grecia o Portugal representan pasos significativos hacia la protección de los derechos de las personas intersexuales al prohibir las intervenciones médicas no consentidas y reconocer explícitamente la no discriminación por características sexuales. Sin embargo, el Alto Comisionado advierte que aún es imprescindible fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas, garantizar un acceso real a la justicia y consolidar políticas públicas y sanitarias que salvaguarden la autonomía corporal, la integridad física y el derecho a la salud.

Laura Espejo Suescun

Enlace al informe completo: Aquí

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