Por Judith Garcia Tejeiro
Los derechos humanos de las mujeres y las niñas en situaciones humanitarias
En virtud del Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentado en cumplimiento de la resolución 45/29 del Consejo de Derechos Humanos, referente a la promoción, la protección y el respeto del pleno disfrute de los derechos humanos de las mujeres y las niñas en las situaciones humanitarias.
Las crisis sanitarias mundiales, por (COVID-19), han exacerbado aún más estas situaciones, con graves efectos sobre los derechos de las mujeres y las niñas en las situaciones humanitarias, dejando al descubierto las desigualdades de género.
El presente informe se sustancia sobre cinco ejemplos categóricos de las cuestiones de derechos humanos a las que se enfrentan las mujeres y las niñas en las situaciones humanitarias, ya que sus causas y consecuencias son particularmente notables.
Primeramente, la violencia de género vease como la violencia sexual, los embarazos forzados, el matrimonio infantil y forzado, la violencia infligida por la pareja… Los efectos que sufre la víctima son imperantes y duraderos, sin embargo, no se tratan con urgencia las necesidades, prioridades y capacidades específicas para proteger a las mujeres y las niñas. Como consecuencia quedan sometidas a numerosos riesgos. Además, señala que la violencia de género no se produce en vacío sino que está ligada a factores de seguridad más amplios, como las dificultades económicas, tensiones sociales o la impunidad de estos.
En segundo lugar, hace referencia salud y los derechos sexuales y reproductivos fijándose especialmente en las limitaciones para la disponibilidad, la accesibilidad, la aceptabilidad y la calidad de los servicios sanitarios y el disfrute de los determinantes de la salud.
En cuanto a la educación, las niñas son las primeras en ser sacadas de la escuela, ya sea por motivos de seguridad o por razones económicas, lo que limita su acceso a la educación y aumenta su riesgo de matrimonio infantil, precoz y forzado.
La seguridad económica a la hora de controlar y acceder a los recursos productivos y financieros, agravada por los estereotipos de género discriminatorios y la carga desproporcionada que supone el trabajo de cuidados no remunerado, socava la capacidad de las mujeres y las niñas para crear y mantener medios de vida resilientes antes, durante y después de las crisis.
Y por último, el acceso a la justicia, los obstáculos que encuentran son la falta de comisarías, servicios jurídicos, tribunales y profesionales de la justicia accesibles y con recursos suficientes, como mecanismos de rendición de cuentas para liberación de un yugo generacional que se detiene sobre las mujeres y niñas más vulnerables.
Con estos ejemlos el Alto Comisionado, intenta evidenciar la necesidad de proponer una guía integral respecto de la promoción, la protección y el respeto del pleno disfrute de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, un enfoque basado en los derechos humanos en el que se apliquen los principios clave de no discriminación e igualdad, participación y empoderamiento, sostenibilidad y asistencia internacional, transparencia y rendición de cuentas en todo el ciclo de programación humanitaria.
Enlace al informe completo aquí.
Judith Garcia Tejeiro